Mi nombre es Valeria, soy habitante de la localidad de Tornquist. Me desempeño como docente en una escuela secundaria de la localidad de Sierra de la Ventana. Desde hace tres años, viajo todos los días para cumplir con mi trabajo.
Tengo la posibilidad y el privilegio de poder apreciar de la naturaleza creada por Dios en este hermoso lugar, cada vez que viajo.
Me siento parte de la comunidad, quiero al distrito en cual trabajo, y pertenezco desde que nací. Me considero una ciudadana responsable, con obligaciones y derechos.
Y por tal motivo es que me animo a escribir esta carta.
El día 23/8 siendo las 6.50 hs, como es mi horario habitual en el que salgo de mi hogar para trabajar, me dirijo junto a mi padre a buscar a una compañera que es preceptora de la misma escuela en la que trabajo, y desde allí partir hacia la localidad de Sierra de la Ventana.
Siendo las 7.10hs aproximadamente, al llegar al abra de la ventana nos encontramos con que había hielo o escarcha en el asfalto, aspecto que no es muy fácil visualizar y menos a tan temprana hora. Sobre un costado del abra un auto volcado y un camión en la banquina. Al pasar por el lugar nuestro vehículo se deslizó muy rápido, haciéndose muy difícil mantener el control del mismo nuevamente. Afortunadamente, luego de lo sucedido pudimos reincorporarnos y seguir adelante. Dios estaba ahí, y no nos pasó nada.
Luego del susto por la situación vivida, intentamos desde nuestros teléfonos celulares comunicarnos con la policía de Tornquist, los bomberos de Villa Ventana ya que observábamos el paso de otros vehículos, camiones y un colectivo, aspecto que nos causó más preocupación aún. Logramos ser atendidos en el 4941-071 en donde nos hicieron diferentes preguntas acerca de la situación, sin darnos una respuesta satisfactoria a nuestro pedido. El teléfono de emergencia nunca nos atendió.
Quiero aclarar y destacar que, en el horario que nosotros viajábamos no había nadie que estuviera cuidando y advirtiendo del peligro de la ruta por el hielo. También circulaban otros vehículos que, lo hacen diariamente por razones laborales. Todos quedamos presos de una situación ¨poco cuidada¨, debido a la falta del personal correspondiente que controle o prevenga la situación por las condiciones climáticas, que sumadas al mal estado en que se encuentra la ruta, pusieron en riesgo la vida de las personas que estábamos viajando.
Al llegar a la escuela, le pido a mi compañera que es de la localidad, que llame a los bomberos para advertir lo que estaba sucediendo, quien amablemente accede y se comunica con el cuartel y, en donde es atendida por un bombero que le expresa, que ya estaban en conocimiento de lo sucedido porque había volcado un auto y que el móvil policial de la localidad de Villa Ventana se hallaba en el lugar para prevenir.
Concluyendo con el relato, mi preocupación y mis interrogantes giran en torno al valor y al respeto que tenemos hacia la vida del otro, a la celeridad con que deberían hacerse las cosas y no se hacen, a las decisiones tomadas responsablemente y a tiempo.
No es la intención de esta carta, ni la de una crítica ni la de una queja, es simplemente un llamado a la reflexión , a la solidaridad y compromiso como habitantes de este querido lugar, al ejercicio de una ciudadanía responsable que nos ayude a crecer en comunidad, que respete y se juegue por el valor de la vida humana.
Valeria Paola Berjecio
DNI 29360335