PIDEN LA INTERVENCIÓN DE VIALIDAD
Juan Ignacio Schwerdt / jschwerdt@lanueva.com
Vecinos de Chasicó –una pequeña población del distrito de Tornquist ubicada a unos 70 kilómetros de Bahía Blanca- están reclamando a Vialidad Provincial que en forma urgente arregle el acceso a la localidad, ya que se está transformando en una trampa mortal para los automovilistas.
El tramo tiene apenas 14 kilómetros. Por la cantidad de baches que tiene, las ondulaciones y la falta de pintura se puede decir que su estado es deplorable; sin embargo, si además se considera el tamaño y profundidad de los pozos, sin dudas se podría afirmar que constituye un riesgo enorme para la vida de quienes transitan por allí.
“En la Comisión de Fomento estamos muy preocupados por esta situación. Algunos viajantes nos han dicho que no piensan ingresar al pueblo hasta que no reparen la ruta”, refirió a La Nueva. la secretaria de la entidad, Eleonora Nyez.
La vecina manifestó que hay pocos sectores sin pozos.
“Para no tener problemas, tenés que circular a 40 kilómetros por hora o menos; si no, corrés el riesgo de romper el auto… o algo peor”, lamentó.
La entidad cuenta con un archivo fotográfico del estado del tramo, que va desde el pueblo hasta la ruta 35. En las imágenes se observan baches de más de un metro de diámetro y de hasta 15 centímetros de profundidad, los cuales en días de lluvia se llenan de agua y no son fácilmente divisables.
También se ven grandes sectores con la capa de rodamiento levantada, ondulaciones, bordes colapsados, agrietamientos y la falta absoluta de pintura, lo que hace casi imposible circular de noche por allí a una velocidad razonable.
En otras fotos se pueden observar los vestigios del último bacheo, que tuvo lugar en agosto de 2017, luego de años de reclamos por parte de la delegación municipal y el municipio a la dirección de Vialidad bonaerense.
“El año pasado el delegado (Ariel Mena) consiguió también algunas camionadas de material de descarte de la obra de la ruta 35, y con eso hicieron bacheo. Alcanzó para tapar unos pocos pozos; nada, en relación con la cantidad de baches que hay”, lamentó Nyez.
Otro detalle que se puede observar transitando por el acceso son los caminos paralelos que se han formado sobre las banquinas.
“Hay partes tan afectadas que hemos optado por bajar a la tierra y andar por ahí –describió la fomentista-. Es un desastre, porque vuela tierra y piedras, queda todo el material desprendido sobre la ruta, y así se han roto varios parabrisas”.
Nyez refirió que cada cruce con un vehículo que circula en dirección contraria es un enigma.
“Uno viene mirando la ruta, los pozos y, encima, tiene que ir calculando qué puede hacer el que viene de frente, que también está en la misma. A veces te encontrás con personas circulando en contramano, o haciendo slalom. Es caótico”, opinó.
La vecina recordó que en Chasicó no hay hospital, sino una sala médica, por lo cual ante una emergencia médica lo único que se hace es derivar al paciente a Bahía Blanca.
“En un caso de urgencia, ¿qué puede pasar con el acceso en este estado? ¿La ambulancia tiene que circular a 40 kilómetros por hora, e ir esquivando pozos? Además, aquí hay muchos docentes que vienen de otras localidades, o que van a escuelas de la zona rural a diario”, enfatizó.
Camiones con piedra
Nyez dijo que una gran responsabilidad del estado lamentable del acceso la tienen los camiones provenientes de una cantera cercana, los cuales llevan piedra a la obra de repavimentación de la ruta 35.
“A eso hay que sumar los camiones que pasan con hacienda y granos. Además, las lluvias complicaron la situación”, describió.
La fomentista dijo que existe la promesa de que, cuando finalice la obra de la ruta 35, la Provincia reparará el acceso a Chasicó.
“Eso es lo que le han dicho al municipio. Lo que ocurre es que no hay una fecha definida, y los baches son un problema enorme ahora. No podemos esperar a que pase algo grave”, dijo.
Nyez dijo que los vecinos están dispuestos a viajar a Bahía Blanca para explicar la situación ante los referentes regionales de Vialidad Provincial.
“A veces sentimos que estamos olvidados”, finalizó.
FUENTE: La Nueva