En una jornada gris y de baja temperatura, la ciudad de Tornquist vivió un momento especial porque se recordó el “Día del Veterano de Guerra Continental por Malvinas”, en un acto realizado en el predio de Parque Láinez.
Participaron del mismo el intendente Sergio Bordoni y parte de su gabinete; integrantes del Honorable Concejo Deliberante; ex-combatientes y veteranos de guerra continental del distrito y la región; familiares y vecinos de la ciudad.
El acto protocolar se realizó en un espacio del Parque Láinez, donde se instaló un mástil y se descubrieron dos placas en homenaje a los héroes de Malvinas y también a Miguel Ángel Fernández, vecino de Tornquist ya desaparecido, quien fuera precursor del movimiento de ex-soldados continentales en el distrito.
Tras el izamiento del Pabellón Nacional y la entonación del Himno, el intendente Bordoni fue el encargado de dirigirse a los presentes.
“Es un momento de recuerdo y reconocimiento. Siempre digo que debemos seguir reclamando, pero a través de la vía diplomática, para poder recuperar nuestras Malvinas”, manifestó el jefe comunal.
Luego, Daniel Schmidt, veterano de guerra continental por Malvinas, fue el responsable de recordar lo que significa el 14 de junio y sobre la importancia de poder recordar dicha fecha en un sitio que mantendrá viva la memoria de nuestros héroes.
Discurso completo:
“El 14 de Junio de hace 39 años y siendo jóvenes soldados fuimos parte de lo que se conoce históricamente como “El Día de la Máxima Resistencia por Malvinas, Georgias y Sándwich de Sur”, durante el Conflicto Bélico del Atlántico Sur, que mantuvo nuestra Nación frente al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Mantenemos la memoria y respeto por todos nuestros caídos por la Patria durante la Guerra en Defensa de la Soberanía Nacional, de los que defendimos a las Islas Malvinas y de los veteranos que aún hoy cargamos las huellas de aquello que nos tocó vivir. Todo hace que esta fecha sea también un día para la reflexión de lo que significó para el Pueblo Argentino.
Fueron 74 días de dura batalla en el territorio insular y recordamos las mismas jornadas interminables en el territorio continental, de apoyo y tarea logística, preparado y traslado de alimentos y elementos propios de la contienda como armamentos y municiones, vigilancia de trenes cargados con soldados y equipos que pasaban hacia el sur, guardia constante, acuartelamiento indefinido y permanente etapa de reserva, con el consecuente estrés del estado propio de la preparación para la guerra y saber que, por nuestra disponibilidad forzada por el servicio militar obligatorio, en cualquier momento nos movilizaban para la lucha directa.
Nuestra tarea no cesó ese día ya que nos tocó vivir también las consecuencias, lo más duro: recibir, atender y sostener a nuestros soldados heridos. Ellos tenían lesiones físicas y, las más dolorosas: las psíquicas, que son aún en día las más difíciles de sanar, por tener que vivir recordando el temor de la muerte y, a la vez, la violencia que significa tener en las manos el poder de matar a otro igual. Sobre todo, porque hablamos de las mentes jóvenes de aquellos que fuimos soldados, contando en ese momento 18 a 20 años de edad.
El 14 de junio de ese año fue el día cuando se ordenó el alto al fuego definitivo y nuestro País empezó a transitar su camino de vuelta a la Democracia.
Por aquella época los medios de comunicación argentinos produjeron una cobertura informativa triunfalista y faláz. El título de “estamos ganando” era muy escuchado y célebre. Por todo eso es que la derrota sorprendió a la población argentina, que creía hasta el momento un desarrollo favorable de la guerra. La euforia vivida por los argentinos se transforma en silencio y abandono. Luego, ya con la democracia, salen a la luz los actos injustos y repudiables de muchos militares durante el proceso y el desprecio de la sociedad que, pareciera, nos incluyó a todos los soldados que prestamos servicio durante ese tiempo.
Muy pocos de los nuestros llevaron adelante la bandera del reclamo en ese clima y ante la vergüenza y el dolor propio del estrés que sufrimos, nuestra mudez se hizo profunda.
Y fuimos los relegados. Desde el continente también ofrecimos nuestras vidas, que no fueron puestas en el frente de batalla porque faltó sólo la orden para que pasáramos a la lucha directa.
Luego vino un largo camino de casi cuarenta años de peregrinación ante el Estado, por nuestro Reconocimiento Moral e Histórico con Dignificación, por la Veteranía de Guerra por Malvinas que nos corresponde.
En estos últimos años hemos comenzado a lograr la atención de algunas autoridades y referentes sociales sobre nuestro reclamo como ha ocurrido en Tornquist, que nos alegra profundamente y es como un bálsamo luego de todos estos años de lucha.
Hoy es un día muy especial para nosotros. Estamos muy contentos. Hemos sentado un precedente que no se ha conseguido en otras comunidades. De aquí en más, esto que estamos viviendo nos identificará: cada 14 de junio será nuestro día, el día del Veterano de Guerra Continental por Malvinas.
Sabemos que el Pueblo argentino pone en valor nuestro compromiso con la Patria y nos acompaña en este justo pedido.
Reafirmamos también el reclamo permanente por recuperar nuestro territorio usurpado y renovamos cada día ese compromiso Malvinizando la conciencia de las nuevas generaciones y entendiendo que el único camino posible es por medio del dialogo y la paz.
Nos atrevemos a solicitar que nos sigan apoyando, sobre todo con nuestro Proyecto Nro. 4872/2020 por el reconocimiento tan anhelado, que ya se está tratando en las arenas parlamentarias del Honorable Congreso de la Nación.
Finalmente, es necesario agradecer profundamente a nuestras familias y a las autoridades locales, por la posibilidad que tenemos de estar aquí, hoy, de pie y con la frente alta, ante toda la sociedad, experiencia que jamás nos hubiéramos imaginado después de tanto tiempo. Entre ellos destacamos al Señor Intendente municipal con su grupo de secretarios y colaboradores, a los señores concejales, a los Veteranos de Guerra ya reconocidos que aquí nos están acompañando, al referente local Guillermo Calcumil que se destaca por la forma en que hizo carne el reclamo de todos y aquellos que, hasta ahora, nos “prestaron el oído” y se hicieron eco de nuestras propuestas para llevar adelante esta justa solicitud que sale desde lo más profundo de nuestros corazones: ser reconocidos por lo que hemos vivido, por lo que somos, por lo que nos identifica con mucha honra… Somos VETERANOS DE GUERRA CONTINENTALES POR MALVINAS”.