El plan “motosierra” fue uno de los slogans de campaña del presidente Javier Milei y, si bien fue pensado para las cuentas del Estado nacional, sigue calando hondo en los municipios de la región, que semana tras semana anuncian nuevas medidas de ajuste y restricción de gastos.
En el inicio de este 2024 Coronel Suárez se sumó a la lista de comunas que anunciaron fuertes recortes. Días antes había sido el turno de Coronel Pringles, Saavedra, Villarino y Puan, entre otros.
“Queremos continuar con el equilibrio fiscal alcanzado en los últimos años, y que nos permita efectivizar el pago de salarios y aguinaldos en tiempo y forma”, explicó el secretario de Hacienda suarense, Claudio Diez, al anunciar la batería de medidas para reducir el gasto público en la comuna.
En los municipios bonaerenses tienen la certeza de que tarde o temprano el plan “motosierra” de Milei los afectará. Básicamente, porque todo recorte de las transferencias a las provincias –ya sean de coparticipación o discrecionales- inevitablemente se traducirá en menos recursos para los municipios.
“Por el impacto que tendrá en el municipio la reducción importante de los recursos coparticipables, nos vemos obligados a tomar una serie de medidas”, dejó en claro Diez.
En primera instancia, se dispuso el congelamiento de vacantes: de ahora en más, no se cubrirán jubilaciones, licencias o cualquier otro puesto de trabajo que quede libre salvo “en casos de extrema necesidad”.
En línea con la medida anterior, el intendente Ricardo Moccero implementará una reducción de la planta política, aunque no se brindaron mayores detalles al respecto.
Además, se reducirán al mínimo: las horas extras (sólo se autorizarán “las que sean de extrema necesidad para el funcionamiento de cada área”, se aclaró), las bonificaciones, los gastos en viáticos y “el consumo de combustible y otros bienes que no seas estrictamente necesarios para la prestación de servicios al vecino”.
También en línea con lo dispuesto por el gobierno de la Nación, el municipio suarense anunció “que se suspende la pauta publicitaria con los medios de comunicación”.
Otra medida importante es la eliminación de subsidios y la suspensión por dos meses de “los acompañamientos económicos otorgados por la subsecretaría de Desarrollo Social”.
En este último caso se aclaró que la medida apunta a que todos los casos sea reevaluados por los trabajadores sociales del municipio, lo que permite prever que a partir de marzo podían reanudarse las ayudas sociales que para la comuna estén justificadas.
Por último, se concesionará a un inversor privado el frigorífico municipal de Huanguelén, con el objetivo de “optimizar los procesos de faena y garantizar los puestos de trabajo”.
El secretario de Gobierno Gastón Duarte dijo que espera que los vecinos entiendan las decisiones tomadas.
“Vamos a hacer todo lo posible para que no se resientan los servicios básicos, focalizando todos los recursos en las áreas de Salud y Acción Social”, subrayó.
Incertidumbre
“La realidad económica y social de nuestro país, la inflación y las medidas que se anunciaron desde la Presidencia de la Nación generan un panorama de incertidumbre hacia adelante, lo cual lleva a tomar medidas para prevenir entrar en una situación de déficit que complique el funcionamiento del municipio”, explicó días atrás el intendente de Coronel Pringles, Lisandro Matzkin.
El pringlense fue otro de los jefes comunales de la zona que se mostró preocupado por el panorama que se avecina y que ya empezó a tomar medidas para bajar el gasto municipal.
“La prioridad ha sido siempre el equilibrio fiscal, mantener al día los servicios y pagar en tiempo y forma sueldos y aguinaldos. Desde hace muchos años el municipio es austero; esta política va a continuar, pero hay algunas cosas que vamos a profundizar”, adelantó.
Como primera medida, Matzkin anunció una reducción de los salarios políticos.
“Empezando por mí –aclaró- habrá una reducción del 25%”.
También anticipó que los subsidios a las instituciones del distrito se limitarán “a lo realmente urgente y absolutamente prioritario”.
“La excepción será la ayuda a las instituciones que se dedican a cuestiones sociales, de discapacidad o que prestan servicios fundamentales, como Bomberos”, dijo.
Para el resto de las entidades el acompañamiento se efectuará “prestando la infraestructura disponible y con trabajo humano e intelectual”.
Tampoco habrá aportes económicos para fiestas populares, agregó el intendente, incluso si corren riesgo de no realizarse.
“Al menos en el primer semestre, las fiestas populares que financiaba el municipio no se podrán hacer a no ser que consigan financiamiento propio”, dejó en claro.
“Lo primordial es sostener los servicios esenciales –reiteró-, como por ejemplo el del hospital, cuyos insumos amentaron del 300% al 500%, o recolectar los residuos todos los días”.
Otra de las medidas anunciadas fue el congelamiento de vacantes en el municipio, salvo casos de “extrema necesidad”; el congelamiento de viáticos tanto para funcionarios como para trabajadores; y la reducción de horas extras y contratos de servicio “a lo extremadamente esencial, urgente o imprevisto”.
“Vamos a transitar un año difícil en todos los ámbitos, pero como comunidad vamos a salir adelante. Todos tenemos que poner el hombro. Y los que estamos en lugares dirigenciales tenemos que dar el ejemplo. Unidos vamos a pasar esta tormenta”, enfatizó.
Otro de los intendentes que anunció recortes fue Matías Nebot, de Saavedra.
El jefe comunal vecinalista dispuso la reducción de la estructura de secretarías y una poda de los salarios de funcionarios.
“He tomado la decisión, y así se lo he informado a mi gabinete, de que se reduzcan en un 15% cada uno de los salarios de los funcionarios de esta gestión municipal. El sector político tiene que dar un gesto a la comunidad”, dijo Nebot.
En cuanto a la estructura municipal, decidió que dos carteras dejen de tener el rango de secretaría y pasen a ser subsecretarías.
“Esto implica un recorte de la planta política. Cultura deja de ser secretaría para ser subsecretaría, y estará bajo la órbita de la secretaría de Desarrollo Económico”, anunció en primer término.
“Salud también se transformará en subsecretaría y quedará dentro de la estructura de la cartera de Gobierno”, añadió.
El intendente vecinalista Carlos Bevilacqua, de Villarino, habló de “austeridad y ajuste del gasto público” ni bien asumió, a principios de diciembre.
En este marco –dijo- “se determinó la baja de 12 direcciones y subdirecciones”.
“Asimismo continuaremos un proceso de reestructuración para refuncionalizar las áreas y lograr una mayor eficiencia”, remarcó.
Conflictos gremiales, una consecuencia del ajuste
Al menos tres municipios de la región se encuentran actualmente envueltos en conflictos con sus trabajadores. Se trata de un síntoma evidente de las restricciones presupuestarias que están sufriendo los intendentes, las cuales les impiden responder a los reclamos como pretenden los gremios municipales.
En Puan, luego de casi 40 días de paros, marchas y audiencias ante el ministerio de Trabajo, el gremio municipal Fesimubo llegó a un acuerdo con el Ejecutivo que conduce el licenciado Diego Reyes. Se trató, en realidad, de una tregua, ya que el gremio dejó en claro que aceptó firma a regañadientes.
Según lo convenido, el municipio pagará el 31 de enero el medio aguinaldo hasta un tope de 150 mil pesos por trabajador; quienes cobren más percibirán la diferencia el 26 de febrero.
En cuanto a los sueldos de diciembre, el 10 de enero se percibirá la primera cuota de 180 mil pesos. El resto se pagará del 22 al 26 de este mes.
Este mismo calendario se utilizará en febrero para abonar los sueldos del mes en curso.
En cuanto a las paritarias, recién se habilitarán el 1 de marzo.
A cambio de las concesiones brindadas, el gremio impuso como cláusula que ningún funcionario político de la comuna cobre su sueldo hasta que la situación esté normalizada.
Lo dispuesto –aclaró el gremio- “no satisface las expectativas de los trabajadores, pero significa el mal menor en este estado de compleja situación” del municipio.
En el distrito de Saavedra también está creciendo la tensión entre el Ejecutivo el gremio municipal.
Durante la semana los referentes sindicales intentaron tener una reunión con el intendente Matías Nebot, pero este les aclaró que para recibirlos necesitaba que cesaran su reclamo.
Ante esto el sindicato dispuso un cese total de actividades hasta pasado mañana. El municipio, como respuesta, anunció que garantizará los servicios de salud y recolección de residuos “mediante el sistema de tercerizaciones”.
En Adolfo Alsina también hay un foco de conflicto importante, que comenzó hace algunos días, cuando la Asociación Sindical de Trabajadores Municipales adherida a Fesimubo se declaró en “estado de alerta, movilización y asamblea permanente, con cese de actividades en jornada completa hasta el 5 de enero del 2024”.
“Dados los tiempos de pago, la incertidumbre sobre las paritarias y la falta de respuestas, la asamblea decide continuar en estado de alerta, movilización y asamblea permanente con cese de actividades en jornada completa hasta el 5 de enero del 2024, esperando en ese transcurso una reunión con su equipo económico, lo que traerá tranquilidad a la familia municipal y en ese sentido volver a la normalidad de las tareas municipales”, expresó el secretario general del gremio, Néstor Coliné, al intendente Javier Andres.
FUENTE: www.lanueva.com