Finalmente, el cuerpo sin vida de Candela apareció a treinta cuadras de su casa.. Cualquiera de las dos líneas de investigación que se manejan – el secuestro extorsivo y la trata-, comparten un patrón común: la necesaria complicidad policial y política para que cualquiera de esos delitos se desarrollen. Esa participación bien podría haber desviado la investigación, y podría ser la causa por la cual un operativo policial nunca visto para ningún otro de los tantísimos casos de desaparición de niñas y mujeres, no pudo dar con Candela.
¡Justicia para Candela!
Reclamamos una investigación independiente de personas y organismos probados en la lucha contra la impunidad policial e institucional.
Néstor Conte
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