Las nubes seguían amenazantes en la mañana del sábado y no faltaba ningún dirigente verde que no mirara hacia arriba casi implorando que deje de llover y que permita el normal desarrollo de este segundo TORNQUIST ROCK con la presencia de Almafuerte y cuatro bandas invitadas.
Se sabía, porque es el estilo de ALMAFUERTE y del propio Ricardo Iorio, que la idea no era suspender el espectáculo bajo ningún punto de vista; es más, mucha gente proveniente de diversos puntos de la región y lugares mucho más distantes como Rosario, La Pampa, Buenos Aires, etc. , ya estaban en la ciudad.
También se había confirmado la intención del hijo de Pappo, Luciano Napolitano que ya estaba entre nosotros , de acompañar en el escenario en algún tema a Almafuerte y a algunos kilómetros distancia el líder de La Renga; Chizzo ya se había comunicado con el representante de Almafuerte para estar presente ya que ambos tenían muy buenas referencias del espectáculo y deseos de acompañar a Ricardo Iorio y sus músicos.
Faltaba la decisión final del propio líder de Almafuerte que no tardó en hacerse presente en las primeras horas de la tarde y asentir para que estos excelentes músicos estén como invitados en este Segundo Tornquist Rock.
Todo bien, pero continuaba la mirada hacia un cielo que por momentos parecía hacer un guiño y generaba mejores expectativas. Pero claro había llovido varios milímetros y en distintos sectores del predio no resultaba fácil transitar. Tal es así que debió realizarse un gran esfuerzo para poder retirar de “tamaña encajadura” al micro que trasladaba todo el equipamiento de sonido e iluminación que pasado el mediodía llegó proveniente de la Capital Federal.
El esfuerzo humano no alcanzaba para hacer zafar al voluminoso vehículo y fue requerida la presencia de un tractor “piloteado” por el concejal Manuel Picado, quien minutos antes había asistido a un vehículo municipal en similares circunstancias.
Luego de cortar varias veces la cadena, se logró retirar del barro al micro y se escuchó el suspiro de varios, ya que a partir de allí comenzaba el armado del escenario que el Municipio había montado en el predio para el desarrollo del espectáculo.
Un hecho inesperado que fue sorteado con buena voluntad y el trabajo en conjunto. Esas cosas que no siempre se ven pero que ponen a prueba a mucha gente que trabaja desinteresadamente para darle a Tornquist un espectáculo de semejante jerarquía, organizado por el Club Unión, institución que ingresa en sus siete décadas de existencia.
Ampliaremos con notas exclusivas a Ricardo Iorio, Chizzo, el lidel de La Renga, y Luciano Napolitano, el hijo de Pappo .
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