CARTA ABIERTA AL SR. JORGE NEUSS
Villa Ventana, 29 de abril de 2012
Hace algunos años atrás, leí un artículo en una revista española que hablaba sobre el boom turístico que vivieron las Islas Baleares situadas en el Mediterráneo y pertenecientes a España, en la época de 1980-1990. En un momento, un grupo de habitantes de las Islas hicieron una pausa -en el ajetreo interminable que representaba la atención a la gran cantidad de turistas que visitaban las Islas- para hacer un balance, pensar y reflexionar sobre qué cosas positivas y qué cosas negativas les estaba dejando esa situación de haberse convertido en un centro del turismo europeo. Como única cosa positiva, encontraron que tenían el mayor ingreso per cápita de toda España y encontraron también unas cuantas cosas negativas de las cuales recuerdo estas tres.
1) Los turistas dejaban los dólares, pero también dejaban toneladas y toneladas de basura que los isleños ya no sabían dónde meter, desbordando la capacidad de su procesamiento que se hacía mediante su quemado en incineradores.
2) El principal atractivo turístico de las Islas, que era su belleza natural, estaba siendo gravemente deteriorado por los millones de turistas que visitaban las Islas.
3) Ese inmenso flujo turístico desencadenó la furia del negocio inmobiliario: venta de tierras, casas de fin de semana y una verdadera invasión de habitantes de toda Europa viviendo de forma permanente en las Islas. En ese momento, había viviendo en las Islas alrededor de 15 extranjeros por cada isleño nativo, lo que representó la pérdida total de su identidad cultural como pueblo.
Después de analizar estos y otros puntos negativos, llegaron a la conclusión de que era más lo que habían perdido que lo que estaban ganando, y terminaron recomendando desalentar el flujo turístico reduciendo en un 30% el número de visitantes.
Sr. Neuss, en estos lugares en los que el principal atractivo turístico es su belleza natural, el turismo que nos podemos permitir -si es que lo queremos hacer sostenible indefinidamente en el tiempo- es un turismo de bajo impacto, y los pasos que Ud. está dando en esta zona lamentablemente van en la dirección contraria.
Hace poco en un curso de guías turísticos dictado en el Parque Provincial Ernesto Tornquist, nos enseñaron el concepto de “CAPACIDAD DE CARGA”. Supongamos una hectárea de tierra con pasto. La “capacidad de carga” de ovejas para esa hectárea es la cantidad de ovejas que puedan alimentarse en esa hectárea sólo con el pasto existente en ella, permitiendo al mismo tiempo que el pasto se recupere de tal forma que esa cantidad de ovejas puedan vivir en esa hectárea un mes, un año o un siglo sin degradarla. No podemos meter en esa hectárea 2.000 ovejas porque en muy poco tiempo se comerían hasta las raíces, y luego se morirían de hambre. La diferencia entre las ovejas y un barrio radica en que podemos trasladar a las ovejas a otro lugar, mientras que el barrio no.
Con el recurso AGUA, Villa Ventana hoy ya tiene su “capacidad de carga humana” sobrepasada porque con la mitad de sus terrenos aún baldíos, sin habitantes en ellos, ya estamos teniendo que “importar” agua de El Pinar y con la perspectiva de tener que ir por ella más lejos aún, al Río Sauce Grande. Traerla de allí ya significa sacársela a otro, en este caso a Bahía Blanca que la necesita tan desesperadamente como nosotros.
Sr. Neuss, con la “capacidad de carga humana” ya sobrepasada en Villa Ventana, ¿para qué pensar en construir otro barrio más? Otro barrio más sería un avance “al pedo” sobre el medio natural, porque ni siquiera podemos pensar que con esto Ud. está colaborando en solucionar el cada vez más angustiante déficit de viviendas que hay en el país, ya que Ud. va a vender estas parcelas en Bs.As., y quienes las van a comprar será gente de muy alto poder adquisitivo que seguramente vive en un lujoso departamento en Bs.As., tiene una segunda vivienda en algún pueblo del Partido de la Costa para pasar sus vacaciones de verano, y comprará acá para pasar sus vacaciones de invierno en las Sierras.
Sr. Neuss, si Ud. ama este lugar, como lo dijo el viernes pasado, respételo. No lo sobrecargue. Respete su “capacidad de carga humana”. No haga a este lugar víctima de sus negocios. Este lugar (al que nosotros también amamos) y muchos de los que aquí vivimos se lo vamos a agradecer.
Atentamente,
LUIS BERNARDO NAVARRETE
DNI 18.669.957