ABSA informó que a partir de Junio la factura del agua aumentará un 180%. La decisión del gobierno de Scioli se inscribe en la política de aumento de impuesto, tasas y tarifas con las que el gobierno trata de facturarles la crisis fiscal y financiera de la provincia a los trabajadores.
En Bahía Blanca esto es inaceptable por partida doble. Nos quieren aumentar un servicio que nos provee agua contaminada, con instalaciones obsoletas, cañerías pinchadas y con una provisión que amenaza colapsar permanentemente.
El Intendente Interino Bevilacqua escamotea la responsabilidad de su partido en la falta de inversiones a lo largo de varios años en Bahía Blanca, motivo por el cual la situación hídrica en la ciudad se encuentra hoy en estado crítico, oscilando entre el agotamiento y la intoxicación.
Si se investigara se encontraría la responsabilidad directa de los dos partidos que han gobernado la ciudad. Para colmo Bevilacqua y su jefe Larraburu salen en defensa de las empresas contaminantes y precarizadoras del Polo Petroquímico y en función de enfrentamientos internos, ajenos a los intereses populares.
Mención aparte merecen las declaraciones de Linares, como si él no fuera parte del problema habiendo gobernado Bahía.
El control del servicio por parte de los trabajadores y usuarios va a permitir acabar con esta crisis profunda, que ya tuvo a cientos de vecinos como protagonistas en las calles, exigiendo que se hagan las inversiones correspondientes y los controles pertinentes al consumo y tarifa al Polo Petroquímico.
La desinversión operó a la par de negociados en los contratos de las obras que gestionó ABSA en diversos puntos de la provincia, y que en Bahía Blanca las autoridades municipales nunca tomaron las acciones correspondientes para atender el problema. Se trata de un mismo método para gobernar y proveer servicios con el Estado como garante y rescatista de los negociados (ver sino la relación del Municipio con Plaza, y ahora Fournier)
Bevilacqua y Larraburu proponen la municipalización, para luego ser ellos los que sean aumenten y embolsen la tarifa del agua, prometiendo una vez más la futura mejora del servicio. El del agua es un nuevo servicio que colapsa como parte de la política de privatizaciones y estatizaciones truchas para rescatar los “inversores” .
El camino es la organización popular de cada barrio para rechazar el tarifazo en curso y exigir las obras. Llamamos a todas las organizaciones populares a sumarse a esta campaña.
PARTIDO OBRERO de Bahía Blanca en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores