Denunciamos el intento del gobierno k de encubrir la acción paraestatal de regimentación ideológica en las escuelas: por el voto a partir de los 16 años y el libre ingreso de los partidos políticos a escuelas, lugares de trabajo, templos, cuarteles y comisarías
El gobierno nacional ha salido con una propuesta que habilita el derecho optativo al voto para los mayores de 16 años, en un inocultable intento de disimular con un planteo democrático la política de regimentación ideológica en las escuelas a través de los grupos para estatales como La Cámpora y la discriminación simultánea de los adversarios. La Presidenta no impulsa la militancia, lo que equivale al derecho a una participación igualitaria de todas las fuerzas políticas en las actividades escolares, sino la estatización ideológica – que es uno de los rasgos del fascismo.
La bandera del voto a partir de los 16 años es una bandera de la izquierda revolucionaria, no del peronismo ni del Frente para la Victoria. La Presidenta la saca de la manga, contra toda la tradición programática del justicialismo, para reforzar la nefasta estatización ideológica que denunciamos. Del mismo modo, ha lanzado una campaña de división del movimiento estudiantil y creación de entidades secundarias y universitarias paraestatales.
El derecho al voto para los mayores de 16 años debe ser universal, o sea obligatorio, como ocurre con el resto de los ciudadanos. La creación de esta capacidad electoral para millones de jóvenes que están hoy fuera del padrón, debe ir acompañada del derecho de todos los partidos políticos a ingresar en lugares de trabajo y estudio (y a los templos y unidades de las fuerzas armadas y de la policía y penitenciaría), en paridad de condiciones, en actividades electorales y políticas, con independencia de las que ya realizan las agrupaciones políticas juveniles. Debe cesar, al mismo tiempo, toda actividad para estatal en las escuelas y otros ámbitos, destinada a regimentar a los jóvenes en el terreno ideológico.
El gobierno K asume que el voto de los mayores de 16 años apuntalaría su registro electoral en retroceso; el Partido Obrero y la UJS recogen el desafío y llaman a acelerar el establecimiento del voto adolescente, a abrir las escuela y lugares de trabajo, y a los ámbitos cerrados de las fuerzas de defensa y seguridad, al debate político e ideológico, y a poner fin al para estatismo fascistizante.