El intendente de Tornquist, Sergio Bordoni, ratificó los números obtenidos en las PASO de agosto último y volvió a derrotar a su viejo contrincante Gustavo Trankels, accediendo así a un segundo período al frente del municipio.
El representante del frente Juntos por el Cambio fue uno de los jefes comunales oficialistas que pudieron conservar su puesto en la Sexta Sección, revirtiendo así el arrastre que llegaba desde la Nación y la Provincia.
Incluso, ensanchó la brecha de votos que había logrado en las PASO: sumó 5.350 voluntades en el distrito, contra los 4.720 sufragios del representante justicialista. En agosto, la diferencia apenas había superado los 200 votos.
“La gente volvió a confiar en nosotros porque sigue apostando al trabajo serio y la honestidad. Somos un grupo que supo interpretar la necesidad del vecino, aunque reconozco que nos hemos equivocado en algunas decisiones. Ahora estamos a tiempo de corregirlas y mejorarlas”, dijo el vencedor.
“Siento una alegría enorme porque todo este tiempo fue muy desgastante debido a los comentarios hirientes hacia mi persona y también a la familia. Mi esposa y mis hijos fueron mi sostén durante toda mi gestión”, agregó.
Asimismo, remarcó que “la campaña del otro candidato fue muy sucia y agresiva, pero yo no tengo nada que esconder, mientras que otros deberán presentarse próximamente ante la Justicia”.
Un hecho a tener en cuenta fue como funcionaron los candidatos de ambos partidos en otro nivel.
De acuerdo a los números oficiales -si bien al cierre de esta edición aún restaba contabilizar una mesa-, la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal obtenía más votos que el propio Bordoni, pero a su vez Trankels conseguía más que el gobernador bonaerense electo, Axel Kicillof.
Sin embargo, más allá del triunfo de Bordoni, el reparto de los escaños en el Concejo Deliberante serrano fue equitativo: ingresarán tres candidatos de cada partido.