Nadie sabe qué va a pasar una vez que termine, pero lo cierto es que, al menos por ahora, la pandemia del coronavirus definitivamente cambió nuestro mundo. Con más de la mitad de la población del globo encerrada y aislada en cuarentena, se modificaron hábitos y costumbres sin distinción de geografías o culturas.
Pero si bien el aislamiento es la mejor medicina para combatir la Covid-19, también puede generar repercusiones emocionales negativas. Entre estas reacciones está el “síndrome de la cuarentena”.
En este caso, son varios los factores que influyen en el surgimiento del síndrome y que pueden darse todos juntos o no. Los principales elementos son la duración del periodo de aislamiento; un fuerte miedo a ser contagiado si se sale de la casa; la ausencia de información confiable; la distancia que se produce entre la familia, los amigos y los vínculos en general; la posible carencia de algunos insumos básicos; y la posible crisis financiera que el “parate” puede ocasionar.
Al síndrome de cuarentena lo puede desarrollar cerca del 30% de las personas. Sin embargo, en sociedades como las latinas, que suelen ser más dadas y amigables, pueden tener una incidencia bastante mayor.
¿Qué es el síndrome?
De acuerdo a lo que indica el presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, Bernando Ng Solís, el síndrome “consiste en una serie de reacciones emocionales que aparecen en respuesta al estado de aislamiento -ya sea impuesto o recomendado por las autoridades sanitarias-, para contener la propagación de un agente infeccioso como el coronavirus”.
En la mayoría de los casos, afortunadamente, el cuadro se resuelve cuando finaliza la cuarentena, aunque a algunos pacientes les puede llevar un tiempo más recuperar el estado emocional que tenían previamente.
Los síntomas
Entre los principales signos que manifiesta una persona cuando presenta el síndrome se encuentran:
- Frustración y aburrimiento.
- Tristeza.
- Nerviosismo, irritabilidad e ira.
- Confusión con respecto a la situación.
- Insomnio y/o agotamiento emocional.
Estrategias para evitar el síndrome
Mantener una rutina lo más parecida a la habitual es esencial. En este sentido, aconseja respetar los horarios de sueño (acostarse y despertarse como se lo hace generalmente) y mantener los horarios y frecuencia de las comidas. De ser posible, también, recomienda mantener una rutina de ejercicios diaria.
Durante el día, asegura que es muy positivo realizar actividades placenteras o poner en marcha algún hobby, y terminar los pendientes. Y siempre, pero siempre, tratar de estar en contacto por zoom, WhatsApp o teléfono con los seres queridos.
Para bajar la angustia que genera la idea de estar aislado, es bueno recordar el por qué del aislamiento y tener presente que, aunque sea de a poco, va a terminar.
(Fuente: Clarín)