La exhumación en Tornquist del cadáver de Antonio Enrique “El Tigre” Santellán, en relación con un presunto doble homicidio, se concretará a corto plazo para realizar pericias de ADN y determinar si los restos óseos encontrados en 2019 en su vivienda son de su hija y su nieto, desaparecidos hace más de una década.
La intención de la Ayudantía Fiscal de esa ciudad es no dilatar demasiado tiempo más la diligencia, que deberá llevarse a cabo bajo cumplimiento de un “protocolo sanitario específico” a raíz de la pandemia de Covid-19.
El peritaje permitirá extraer muestras de ADN para cotejarlas con el material genético de los huesos que Andrés Mario Dietz (33), al menos en ese momento morador de la casa, desenterró fortuitamente cuando, en septiembre pasado, excavaba el suelo de un galpón.
De esta manera se tratará de establecer si los restos enterrados en la finca del hombre corresponden a su hija y su nieto.
El desentierro del cuerpo de Santellán, propietario del inmueble ubicado en Intendente Ruppel 593, tiene fundamental importancia en la investigación porque hasta ahora nadie pudo dar con familiares directos de él.
El procedimiento, autorizado por la jueza de Garantías N° 3, Susana Calcinelli, tendrá lugar en el cementerio municipal de Tornquist y estará a cargo de empleados de la comuna.
En tanto, un médico de Policía Científica se encargará de la extracción de muestras de ADN que serán remitidas a La Plata para su análisis.
“La diligencia es la misma que se iba a realizar en diciembre, pero se demoró por cuestiones funcionales y después se decretó el aislamiento por la pandemia”, afirmó una fuente judicial.
“Desde la ayudantía fiscal se pidió (a la Policía y a los encargados del cementerio) que se evalúe si es factible hacer la exhumación en este contexto de pandemia y que se comunique si existe algún tipo de protocolo de bioseguridad para analizar si se puede implementar”, agregó.
“Pero no debería haber inconvenientes por la ausencia en Tornquist de casos de coronavirus confirmados”, continuó.
Otra pericia
Por otro lado, como consecuencia de la cuarentena está pendiente la práctica de pericias histopatológicas en la capital bonaerense, para determinar las causales de muerte de la mujer y el menor.
“Se van a hacer análisis microscópicos en relación a determinadas piezas de esos dos esqueletos para establecer si presentan alguna lesión o anormalidad que pueda haber sido la causal de muerte. Por su estado de descomposición, los cuerpos no presentan tejidos”, explicó el entrevistado.
“En una costilla de la mujer se encontró un corte muy pequeño que no determina la causal de muerte. Esa lesión se analizará microscópicamente para evaluar si es anterior a su deceso y descartar que no haya sido producida durante las maniobras de desentierro en el hallazgo de los huesos”.
“La prioridad es desestimar la hipótesis de esa maniobra. En ese caso, se deberá definir a qué altura está ese hueso, si se encuentra cerca de algún órgano vital y si esa lesión podría haber causado el fallecimiento de la mujer”, completó.
La hipótesis más firme
El macabro hallazgo se registró el 7 de septiembre pasado y, de acuerdo con los informes de antropología forense, los huesos son compatibles con los de una mujer de aproximadamente 35 años y de un niño de 2.
Sin embargo, la presunción más sólida de los investigadores es que los restos pertenecerían a la hija y al nieto del hombre de 77 años a quien un amigo halló sin vida el 31 de diciembre de 2017, en la salida de su domicilio.
Luego de su fallecimiento, las autoridades intentaron dar con su hija, Edith Noemí Santellán, para comunicarle lo sucedido, pero hasta la actualidad se ignora el paradero de ella y su hijo.
El comisario mayor Claudio Petrizán, en ese momento al frente de la Jefatura Departamental, confirmó que “nunca se radicó una denuncia por averiguación de paradero de la mujer y el menor”.
“Además, casualmente, son restos óseos de una mujer y un chico. Se presume que podría tratarse de un doble homicidio”, conjeturó el jefe policial.
“Las personas con las que hablamos en Tornquist nos dijeron que después de 2012, cuando se incendió una de las habitaciones de su casa, a Santellán le preguntaban por su hija y él respondía que se había ido a vivir a Buenos Aires con su nieto”, amplió.
Un hombre destacado
Perfil. Santellán fue empleado de la cooperativa eléctrica tornquistense y respetado por todo el pueblo. Atleta entusiasta (de ahí el apodo de “El Tigre”), participaba de colectas y colaboraba con instituciones. Siempre tenía a mano su guitarra y su voz para acompañar las veladas.
Instrucción. En la Investigación Penal Preparatoria (IPP) intervienen, además, el fiscal Rodolfo de Lucia, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 20 bahiense, especializada en la búsqueda de personas y el hallazgo de restos óseos.
FUENTE LaNueva.