Un espectáculo en toda la dimensión de la palabra, quizá la mejor manera de sintetizar lo que grandes y chicos tuvieron la posibilidad de compartir y disfrutar éste fin de semana en el Club de Pesca Tornquist.
Se presagiaba una buena concurrencia por los comentarios de la semana, pero realmente sorprendió a propios y extraños. Desde la mañana del sábado el ininterrumpido ingreso de vehículos adelantaba que se iba a constituir en otra jornada record.
Desde las primeras horas de la tarde la tarde se fue poblando y la primer sorpresa fue, sin duda, la incorporación en el lugar de dos toboganes acuáticos que no pararon de recibir la visita de la gran cantidad de chicos presentes.
Y después los espectáculos que fueron captando la atención de chicos y grandes mientras los minutos pasaban y se acercaba ese momento mágico para los chicos pero que sensibiliza y genera gratos recuerdos a los mayores que, al menos por un momento, también se sienten chicos.
Cerca de las 20:30 la playa volvió a poblarse y la ansiedad se advertía entre los presentes que aguardaban ese momento que año a año Melchor, Gaspar y Baltazar nos regalan.
Pasada las 22:00 hs. y con la playa a pleno se anunció el inicio de los fuegos de artificio que marcaban el camino de los Soberanos de Oriente y su presencia comenzaba a sentirse.
Una luz a los lejos parecía indicar que estaban cerca y minutos mas tarde esa luz se fue arrimando al sector de playa. No había dudas que el gran momento estaba llegando y acompañados por luna llena y un suave viento del noreste, la fiesta estaba en su punto máximo. Alegría desbordante de los peques, lágrimas y piel de gallina en mas de un “mayorcito” y en definitiva la familia disfrutando de ese mágico momento.
Pos espacio de varios minutos Melchor, Gaspar y Baltazar se mostraron predispuestos a fotografiarse con todos y por eso les costó llegar hasta el lugar donde estaban los regalos. Ayudados por la gente de la comisión directiva comenzaron la entrega de juguetes y ningún chico se quedó sin su regalo.
Pero otra detalle muy importante es que antes de la despedida Melchor, Gaspar y Baltazar renovaron su compromiso de volver el año próximo con toda su magia y con mas juguetes. “Chau, Reyes, chau…” la clásica despedida del conductor Roberto Mutti, quien tuvo el privilegio de asistir, hace varias décadas, a la primera fiesta de reyes lagunera y lo hizo con la misma emoción de aquel entonces, pero, claro está, mucho mas entusiasmado por la enorme respuesta de chicos y grandes edición tras edición, lo cual también genera el estímulo para los organizadores que mucho han trabajado para hacer esto posible y que la laguna siga creciendo y continúe afianzándose como una gran alternativa, los 365 días del año, en el oeste de nuestra comarca.