La dirección nacional de Vialidad se encuentra siguiendo de cerca la situación de la empresa constructora Decavial SA, que tiene a su cargo la primera etapa de la obra de la autopista de la ruta 33. La firma está sufriendo problemas financieros desde hace algunos meses, lo que en un principio complicó el pago de salarios y, en los últimos días, la normal provisión de insumos y materiales.
Por ello esta semana el organismo nacional consensuó con la contratista un cambio en el plan de obra destinado a aliviar su situación y, al mismo tiempo, evitar que se detengan los trabajos.
“Estamos en contacto permanente (con la firma), porque el objetivo central es que la obra no se detenga. Soy optimista, más allá de este presente, porque todas las partes estamos comprometidas con la continuidad del proyecto”, dijo a La Nueva. el jefe del distrito 19º de Vialidad, Gustavo Trankels.
Los problemas –adujeron desde la empresa- comenzaron con el embargo a una de sus cuentas bancarias, hace algunos meses, lo que fue entorpeciendo el pago de salarios en tiempo y forma.
A principios de mayo pasado se visibilizó el malestar de los trabajadores por esta situación. Fue a la altura del kilómetro 22 de la ruta, donde los empleados de Decavial quemaron cubiertas y amenazaron con medidas más duras si no recibían las sumas adeudadas.
Días después la firma logró levantar el embargo y, tras algunos traspiés, pudo normalizar el pago a los empleados. No obstante, la obra no recuperó el ritmo que tenía antes del conflicto. Decavial adujo que los problemas financieros no habían sido superados, dado que no podía cumplir con la exigencia de los proveedores de pagar los insumos y materiales al contado.
Ante esta situación, Vialidad y la firma consensuaron en los últimos días una modificación del cronograma de trabajos, lo que le permitirá a la contratista ganar tiempo hasta normalizar el flujo de pagos, pero sin alterar la realización de la obra.
“Básicamente, se adelantan tareas que se iban a desarrollar más adelante y que no le demandan a la empresa el desembolso inmediato de fondos, como el movimiento de suelos, la ejecución de bases o la conformación de taludes”, explicó a La Nueva. una alta fuente consultada.
“En contrapartida, se aplazan trabajos que sí demandan desembolsos importantes de fondos y al contado, como la ejecución de la carpeta de rodamiento. Para esta tarea es imprescindible la compra de mezcla asfáltica”, añadió.
La obra tuvo un presupuesto inicial, en 2018, de $ 1.400 millones. Hasta hoy se llevan invertidos $ 12.400 millones.
En principio, este cambio en el plan de obra propiciará que el proyecto tenga continuidad y que la contratista pueda seguir certificando etapas de obra. De esta forma, continuará recibiendo los pagos por parte de Vialidad nacional y podrá mejorar su flujo de fondos para hacer frente a la compra de materiales e insumos.
. El aspecto negativo es que podría retrasarse la terminación de los tramos de autopista que Vialidad pretendía habilitar en las próximas semanas.
“Así como habilitamos el trayecto que va del kilómetro 17 al 36, en el mes de julio queríamos inaugurar el tramo del kilómetro 11 al 17. Con esta nueva situación quizá haya que esperar un poco más. No es lo que deseábamos, pero en este contexto la modificación del plan de obra nos pareció adecuada”, sostuvo Trankels.
“El objetivo central es que la obra no se frene, sobre todo tomando en cuenta que Vialidad está cumpliendo con los pagos a la empresa dentro de los plazos previstos en el contrato”, añadió.
El funcionario reveló que en las últimas horas Decavial informó que finalmente había podido comprar algunos insumos y materiales, como combustibles y lubricantes.
“Esa noticia es auspiciosa. Por estos días también debería estar cancelando el pago de la última quincena a los operarios. Desde Vialidad seguiremos atentamente la situación, controlando que se cumpla con lo previsto”, reiteró.
Objetivos claros
Trankels subrayó que la meta sigue siendo terminar este tramo de la autopista antes de fin de año.
“Es una obra que tiene un nivel de avance superior al 60% y que antes de este problema estaba muy bien. De hecho, una vez que la empresa encuentre la solución a sus problemas financieros, creo que podremos recuperar el tiempo perdido”, confió.
“Decavial es una empresa que tiene muchos años en el rubro y confío en que encontrará la forma de financiarse para salir del problema. Desde Vialidad vamos a hacer todo lo posible para que sea así”, completó.
La obra para transformar la ruta 33 en una autopista comenzó en el primer semestre de 2018, con un presupuesto original de 1.400 millones de pesos.
El proyecto estipula la ejecución de 33 kilómetros de autopista entre la denominada Rotonda de Bosque Alto -donde se vincula con la autopista Paso Urbano de Bahía Blanca- y el distrito de Tornquist.
Actualmente muestra un nivel de avance del orden del 60%. La inversión, a valores actuales, ronda los 12.400 millones de pesos.
Fuente: LaNueva.com