Con todos los condimentos de una gran fiesta, con diversos atractivos, buen servicio de cantina, buenos tragos, momentos musicales acordes y muy participativos en la orilla lagunera.
Y, como en ediciones anteriores, el desafío de los nadadores con el plato principal que fue la travesía nocturna.
Desde temprano la playa comenzó a poblarse y había que ingeniárselas para no perder el lugar porque la actividad era continuada.
A las 13:00 hs. comenzó el primer turno de nadadores sobre una distancia de 600 mts. y paralelamente se comenzó a desplegar toda la logística necesaria para brindar seguridad a los nadadores con embarcaciones, kayak, la presencia de una lancha de los Bomberos Voluntarios, personal médico y una ambulancia del Hospital Municipal de Tornquist.
La misma logística se utilizó para los nadadores que participaron de la segunda prueba, el tradicional cruce de los 1000 mts. y la travesía nocturna, una experiencia única en una de las playas más valoradas por los propios nadadores y por quienes desean disfrutar en familia.
Como novedad de esta edición, los nadadores participaron de la experiencia nocturna en el agua, acompañados por torpedos y kayak iluminados, ofreciendo un espectáculo visual inigualable.
Espectáculos para todos los gustos
Juli Romero comenzó a ponerle ritmo a la tarde invitando a bailar a orillas del agua. Una pareja de salsa y bachata motivó a buena cantidad de bailarines y luego la presencia de “El Poto” y su show “Buscando el pejerrey”, en la antesala del gran broche final con Kaiser Carabella, para redondear otra jornada inolvidable, otra gran fiesta de “Playa de Luna y Blanco”